El Ego

Nuestras emociones generan un juzgamiento de las actitudes ajenas y comienza a generar conflictos en nuestro propio sentir imponiendo en nuestra reacción una discriminación conciente.
No podemos decir quien tiene la culpa de promover el estancamiento de nuestro desarrollo cuando somos portadores nosotros mismos de las soluciones para revertirlo todo.
Si alguien es culpable lo es toda la humanidad que no se sobrepone a si misma debiendo admitir su equivocación y promover el bienestar yá.
Nuestras reacciones emocionales provocan trastornos físicos fáciles de identificar,cuando tenemos una discusión con alguna personas comenzamos a imponernos con una fuerza defensiva y justificante interponiendo un pensamiento que nos conduzca a no perturbar nuestra armonía interior.
Sobreponemos nuestra personalidad que actúa como la máscara del verdadero sentir pero sin embargo no podemos evadir la angústia del hecho acontecido y nos consolamos en la razón sin sentido que fabricamos a nuestra conveniencia.
Las fuerzas que actúan en este ejemplo son iguales y contrarias pero provienen de un mismo punto que es el centro de donde fluye nuestra propia voluntad de acción.
Toda fuerza debe ir en un mismo sentido en un movimiento solidario con todo el medio,la mente actúa en el movimiento gracias a nuestros órganos físicos,nuestros sentidos y nuestra capacidad para comunicarnos muchas veces nos parecen limitadas pues no podemos expresarlas en el limitado medio de la palabra todo aquellos que sentimos y fluye por nuestra mente para que nos comprendan.
Toda la fuerza propulsora al fluir por nuestros centros integrados interpreta la reacción propia de cada plano que hemos superado y nuestra mente la traduce en un pensamiento acorde a nuestro desarrollo en su pureza original lo que muchas veces nos hace parecer en nuestra actitud de vida a los animales, pero no lo somos.
Nuestra voluntad de poder controlar nuestras reacciones nos permite diferenciarnos de aquellos seres que se desarrollan en planos inferiores y que esperan de nosotros un ejemplo que les permitan elevar su grado progresivamente.
Las reacciones emocionales se relacionan con sentimientos de dolor o de placer que se traducen en ira o en amor y ese sentir fluye por el centro integrado del plano donde nos desarrollamos que es nuestro corazón y podemos sentir claramente todo ese sentir en nuestro pecho.
Es por eso que al corazón se lo ve como el mismo templo de los sentimientos,tanto la angústia del dolor como la alegría del placer se traducen en aceleradas palpitaciones de nuestro corazón y en sensaciones que nos provocan pensamientos definidos en la interpretación de nuestro sentir y que por lo general no comprendemos.
El sentir es individual y proviene de un mismo punto por lo que podemos decir que mientras una parte se guía por los sentimientos, la otra se guía por nuestro carácter evolutivo.
Los grado de este sentir definen a cada sentimiento estructurandolo a nuestra conveniencia,el sentir es único y contínuo pues es la misma fuerza que nos impulsa a evolucionar,las emociones son la acción propia en la interpretación de este sentir y que debemos controlar en nuestro beneficio y de todo nuestro medio.
Si por un momento nos pusieramos a pensar de que tanto el dolor como el placer es un sentir único que fluye en forma expansiva a traves de nuestro corazón con el único fin y principio de crear en nuestra mente un pensamiento beneficioso para nosotros y para nuestro medio comenzaríamos a comprender de nuestra enorme capacidad de transformar el universo mismo.
Es por eso que en la observación de nosotros mismos encontraremos las herramientas para construir un universo mejor.
Los pensamientos positivos no solo favorecen a la acción constructiva para nuestro desarrollo sino que somos portadores del ejemplo de cambio que beneficie nuestro medio existencial,podemos pensar que es difícil vivir en armonía en este mundo tan convulsionado pero todo depende de cada uno de nosotros el lograrlo.
El interrelacionamiento humano debe darse armonicamente, creyendo y confiando,uniendo las voluntades constructivas que motiven el cambio.
La primer gran revolución debe comenzar en nuestro interior, en la comprensión y en el adecuado control de nuestras emociones que son las que nos provocan los grandes conflictos internos que generan deterioros tanto en nuestro físico como en nuestra mente.
Es por eso que debemos sin lugar a dudas transformar todo lo que estructure cada sentir o que limite nuestro desarrollo en nosotros mismos.
En los tiempos venideros será mas notorio en las nuevas generaciones el ignato autoconocimiento de si mismos por la propia selección natural que motiva la fuerza propulsora en todo ser que se desarrolla en el universo,sabran controlar adecuadamente sus emociones y motivar transformaciones en su medio.
La necesidad de la humanidad de lograr la felicidad integral le hace reconocer que no se alcanza con la desmedida expresión de sus emociones que perjudiquen su medio y su propio desarrollo,es sencillo darse cuenta que podemos crear un mundo mejor cuando en una actitud constructiva podemos beneficiar a nuestros semejantes y por consiguiente a todo su entorno.
Todo lo que puede transformar nuestra actitud de vida podemos lograrlo gracias a nuestra capacidad de dicernir pues en cada momento estamos expuestos a fuerzas iguales y contrarias que pueden impulsarnos o a estancarnos en nuestro desarrollo.
Estas fuerzas fluyen en todo sentido expandiendose desde nuestro interior ,es la misma fuerza única que impulsa a todo el universo y al planeta mismo a desarrollarse y que traducido por nuestra fuente mental actúa como dos fuerzas definidas, una como ego inferior y otra como ego superior.
El ego inferior se rige por la fuerza que fluye a través de los centros integrados de los planos inferiores al que hoy nos desarrollamos generando actitudes propias de los seres que en ellos se desarrollan y el ego superior se rige por la fuerza que fluye a través de los centros integrados de los planos superiores incluido aquel en el que hoy nos desarrollamos, generando actitudes más civilizadas y naturales para nuestro progresiva evolución.
Vemos comunmente como muchas veces no podemos controlar esta fuerza y reaccionamos violentamente o en una forma pasiva e intransigente sin comprender a veces por que llegamos a esos extremos,todos pasamos por estas experiencias en la vida diaria y nos perturba por lo general el no poder dominar constructivamente esta fuerza en esos momentos.
Sin pensar reaccionamos y provocamos conflictos tanto internos como externos,en nosotros como en nuestros semejantes.
El sistema ha sabido controlar el pensamiento humano con una efectiva campaña de desinformación y educación digerida tanto en la enseñanza como en la publicidad,lo que limita el pensamiento y motiva la extroversión de las emociones.
Esto provoca la inestabilidad del sentir humano, todo generado por interes particulares de unos pocos que se creen beneficiados de provocar el estancamiento evolutivo de la humanidad.
Crear un medio hostíl para el propio desarrollo genera hostilidad,cada ser humano es parte integral de la humanidad, si perjudicamos a nuestros semejantes nos perjudicamos a nosotros mismos.
Pues como hemos dicho anteriormente todo está íntimamente ligado con único fin y principio pues el carácter humano de evolución es particular en cada ser pero debe ser solidario con sus semejantes cumpliendo todos con el rol de la humanidad dentro de este cíclo universal.
Si pudieramos controlar el tiempo entre causa y reacción para razonar nuestra posible actitud frente a los acontecimientos que se nos presentan en la vida diaria llegariamos a dominar nuestros impulsos.
No significa que debamos contener esta fuerza sino que deberíamos reinterpretarla en su verdadera dimensión de desarrollo pues al provenir de aquellos planos que hemos superado ha quedado en nuestra memória genética una interpretación adecuada para el desarrollo en esos planos pero que debe ser reinterpretada en el plano donde hoy nos desarrollamos y que supera en mucho a los planos inferiores.
Es así que podríamos canalizar adecuadamente esta fuerza procurando una actitud ejemplificante que motive nuestro progresiva evolución.
Nuestro cuerpo físico posee mucha similitud con los mamíferos del reino animal y sin lugar a dudas provenimos de este reino en la escala de evolución pero poseemos la gran diferencia que muchos no desean reconocer y es la capacidad de poder superar nuestro propio grado de desarrollo gracias a nuestra fuente mental que nos aspira al cambio desde el centro mismo del universo.
Si seguimos creyendo que somos animales lo seguiremos siendo es por eso que pudo ser domesticada facilmente la mente humana.
El interrelacionamiento humano entre si y con su medio conjuga una múltiple interpretación de fuerzas que procuran ser adecuadamente canalizadas por una necesidad universal de cambio.
Todos nos sentimos afectados por actitudes ajenas de nuestros semejantes o por manifestaciones de la naturaleza que nos perjudican y siempre en estos casos hay un culpable al cual acusar sin ponernos a pensar que somos nosotros mismos los que provocamos todo esto.
Debemos disernir,debemos observarnos como una pieza integral de este rompecabezas que no podemos armar pero del cual pertenecemos.
Como ya hemos dicho estas fuerzas provienen de una fuerza única y universal y es en la interpretación donde definimos los grados de incidencia en nuestro desarrollo, considerando la dualidad de la que hicimos referencia anteriormente.
Al disernir debemos darnos cuenta si dejarnos guiar por nuestra emociones o nuestro carácter evolutivo,debemos identificar a cada uno de ellos y medir que grado de incidencia tiene cada uno para el beneficio de nuestro desarrollo y en particular el de nuestro medio.
Sin lugar a dudas la real pureza de esta fuerza se manifiesta en nuestro carácter.
Si nuestra mente se guiara por nuestro carácter y tan solo por la necesidad de un desarrollo positivo y constructivo,generaria una actitud solidaria con el medio y sus semejantes y ya no existiria una dualidad de esta fuerza.
Sería así una única fuerza en su pureza original que nos lleve a un único fin y principio,la evolución misma del universo.
De esta forma estaremos logrando el placer de ser felices con todo nuestro entornos sin alimentar un ego que limita nuestro desarrollo pues al estimular nuestras emociones provocamos la estimulación de nuestros centros integrados perteneciente a los planos inferiores generando actitudes instintivas propias de los animales.
Nuestro potencial superior se debe a que poseemos centros integrados de planos superiores y es por ellos donde debe fluir toda esta fuerza que se expande desde los centros inferiores con el impulso natural debiendo nuestra fuente mental canalizarla adecuadamente para crear una actitud constructiva que la reimpulse.
La mente redirecciona esta fuerza creando un pensamiento definido que motive acciones que procuren un cambio efectivo hacia la evolución.
Los estados de la mente contribuyen en el orden y redireccionamiento de los grados en una ley que permita acelerar los desarrollos de los estados de la materia en una acción definida en procura del cambio.
Nuestros centros superiores integrados en nuestro cuerpo físico nos permite conectarnos con los estados de la mente que impulsa a la materia a adecuar vehículos más acelerados para desarrollarse.
Es por eso que con nuestra mente podemos discernir la causa y reacción gracias a nuestra propia fuerza de voluntad inspirado todo por los estados etéreos que contienen a todos los demás estados, estos estados superiores son percibidos por nuestra mente que estimula capacidades sensoriales que conmunmente utilizamos en la vida diaria pero que no sabemos controlar.
Esta fuerza nos permite despertar capacidades dormidas que poseiamos desde siempre en nuestra memória genética y que en el progresivo desarrollo de nuestra capacidad cerebral fue utilizada inconcientemente por toda la humanidad en el transcurso de su corta historia.
Por ejemplo podemos enumerar algunas de las capacidades sensoriales que poseemos y que en la vida diaria utilizamos sin darnos cuenta;uno puede ser cuando realizamos alguna acción que nos puede generar consecuencia desagradables para nosotros sin medir el grado de perjuicio que puede ocacionar.
En el mismo instante anterior a esta acción percibimos claramente las posibles consecuencia y sentimos en nosotros mismos el impacto que puede ocacionar a nuestro entorno.
Otro puede ser intuir el encuentro con una persona a la que hace mucho tiempo no veiamos o a la que era casi imposible volver a encontrar y que al poco tiempo la encontramos.
Otro puede ser algún sueño que hemos tenido y que al tiempo se hace realidad.
Otro muy común es sentir haber vivido anteriormente el momento que estamos viviendo en el mismo instante.
Todas son capacidades que estan permanentemente a nuestro servicio para que las sepamos controlar.

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